Por Joaquín Navarro
García
Sobre la figura de Esquembre pesan dos hechos en contra que le hacen prácticamente desconocido, sobre
todo en su tierra, aunque últimamente tanto su vida y sobre todo su obra van
siendo más conocidas, gracias a algunas personas que están sacando a la luz lo
mejor de ésta. Como decimos una de las cosas que juegan en contra de un mejor
conocimiento sobre Esquembre es la gigantesca figura de Ruperto Chapí, a cuya
sombra –y no es exagerado- viven todos o casi todos los compositores españoles.
El otro hecho, muy frecuente por cierto, es, que a algunos compositores, se les
conoce por una sola de sus obras y este es el caso que nos ocupa, LA
ENTRADA. Efectivamente ,
aunque Quintín Esquembre no hubiese
compuesto otra obra, sería mundialmente famoso por LA ENTRADA.
El éxito de este pasodoble oscurece, y no poco, al resto
de su abundante y excelente obra.
Pero antes de continuar veamos, brevemente,
algunos datos biográficos sobre nuestro personaje. Quintín Juan Esquembre Sáez,
nació a las 20’30 horas del día 30 de marzo del año 1885, en la villenera calle
de La Amargura ,
hoy Coronel Selva, en el número 13. Sus padres fueron Miguel Esquembre Marco y
María Virtudes Sáez Díaz, siendo el segundo de cinco hermanos. El padre era
platero, oficio tradicional en la familia Esquembre, que todavía siguen
ejerciendo algunos descendientes en la actualidad. A pesar de ser platero,
parece ser que el negocio familiar fue un comercio de ultramarinos.
Desde muy pronto Quintín dio muestras de su
buena predisposición y facultades para la música. Con apenas 7 años ya dirigía
una rondalla de pulso y púa de 8 componentes, y con sólo 13 años forma parte de un quinteto
de cuerda, al que el célebre compositor alcoyano Camilo Pérez Laporta –por
entonces director de nuestra Banda Municipal, - les dedicó un quinteto titulado
El medio siglo. Viendo la afición por
la música y sobre todo por la guitarra del pequeño Quintín, afición por este
instrumento que le venía de las veces que pudo asistir a los conciertos que a
menudo daba en nuestra ciudad, donde tenía muy buenos amigos, el gran Francisco Tárrega, del que recibe
“sabios consejos” y no “clases” como se viene creyendo. Como decimos, viendo el
padre su interés por la música, en 1902 decide emigrar a Madrid con toda la
familia, domiciliándose en el típico barrio de Chamberí, en donde abren una
modesta pensión con el evocador nombre de “Los Villeneros”.
Inmediatamente se
matricula en el Real Conservatorio de Música donde cursa los estudios oficiales
de violonchelo, armonía y composición, materias que finalizó con las máximas
calificaciones y Diploma de Honor, en
1913. A
la vez, cursó estudios de guitarra, de forma particular, pues por entonces
todavía no estaba contemplada dentro de las enseñanzas regladas de los
conservatorios, siendo alumno aventajado del gran guitarrista Miguel Llovet,
quién le tenía por su “notabilísimo discípulo y querido amigo”. Es a partir de
este momento cuando comienza una larga y fructífera carrera musical para el
maestro, como compositor y como concertista, sobre todo de guitarra, llegando a
ser con este instrumento un verdadero virtuoso y un referente.
En 1914 entró a
formar parte, como solista de violonchelo, en la Banda Sinfónica de Madrid que
dirige el célebre maestro Ricardo Villa, a quién sucede el no menos famoso
Pablo Sorozábal, amigo personal de Esquembre. Ese mismo año, concretamente el
22 de febrero, se casa con Teodora San Martín, de cuyo matrimonio nacieron 4
hijos y pasan a vivir al nº 7 de la calle Haztzenbusch que sería el domicilio
definitivo hasta su muerte.
En el año 1915 es uno de los solistas elegidos
por el maestro Pérez Casas –sin oposición previa- para ser uno de los
fundadores y Vicepresidente de la Orquesta Filarmónica
de Madrid. A la vez comienza una más que interesante carrera como concertista y
maestro de guitarra de grandes alumnos que siguieron su estela por los
escenarios españoles. Realiza varias giras por el extranjero, sobre todo Italia
y Portugal, principalmente como chelista y guitarrista, además cuenta con un
buen número de composiciones sobre todo pasodobles, género del que es referente
indiscutible.
Con estos antecedentes, y para
no extendernos, demos ahora un salto en el tiempo para llegar a un año de suma
importancia en la carrera musical de nuestro paisano y por ende para la pequeña
historia musical de Villena. Nos estamos refiriendo al año 1922. Dos hechos
importantes tienen lugar en dicho año para la vida musical de nuestra ciudad, que
están a día de hoy tan arraigados en los corazones de los villeneros como lo
puedan estar –salvando las distancias- El Tesoro o el Castillo de la Atalaya. Por un lado, el día 5
de septiembre de ese año, nació una agrupación musical de la mano del ilustre villenero,
maestro, Francisco Bravo Gracia, nuestra querida “Banda Municipal de Música”, que tantos
motivos de orgullo nos ha proporcionado a lo largo de estos últimos años. Por
otro está la feliz idea del maestro Bravo de solicitar a su amigo la composición
de una obra fácil para que fuese interpretada en ese “estreno” de la joven
banda el día 5 en la Entrada. En realidad, tal petición no era más que un
recordatorio de la promesa efectuada a Bravo por Esquembre, durante su
estancia, como venía siendo habitual, para los conciertos de Carnaval en
Villena, en la que se comprometió a “hacerles” un pasodoble. Así en carta
fechada el 23 de mayo, Francisco Bravo y su otro buen amigo Francisco Ferriz,
urgen al músico el envío …por
encontrarse los chicos en condiciones de
poder ensayar…, y añaden …desde luego
tendrás muy presente que se trata de una banda infantil de 62 plazas y respecto
al título le puedes aplicar el que mejor te plazca, pero siempre haciendo
mención a Villena.
Ahondando en el tema, veamos ahora lo que el propio
Esquembre le cuenta, años después, a su amigo Mariano Sanz de Pedre, autor del
libro “El pasodoble español” y que éste incluye en el apartado dedicado a La Entrada: …que la composición fuera, a la par que
sencilla, fácil y sobre todo, libre de dificultades instrumentales, toda vez
que estaba primordialmente destinada a ser interpretada por una modesta banda
de música de reciente creación,
integrada en su totalidad por muchachos de Villena, que alternaban sus
ocupaciones artesanas con la afición musical….
Nuevamente LA
ENTRADA es
utilizada para otra película, en este caso la producción francesa titulada “THE
GUNMAN”, en la que intervienen entre otros, Sean Penn y Javier Bardem. Sin salirnos
del mundo de los toros LA ENTRADA figura en todas las antologías del
pasodoble que se han grabado para la fiesta nacional, teniendo incluso, una
versión sinfónica que grabó en C.D. la Real
Orquesta Sinfónica de Sevilla. Y ya para cerrar este capítulo de LA
ENTRADA en los
toros y el cine digamos que “nuestro” pasodoble ha sido, recientemente, motivo
de estudio en un Master en composición para medios audiovisuales titulado “El
pasodoble, análisis de la música popular en la película Blancanieves de Pablo
Berger,” trabajo realizado por Alejandro Marrupe Ortega de Madrid.
Por último citaremos el hecho curioso de que
“nuestra ENTRADA” forma parte en un acto principal en las fiestas de San Roque
en la ciudad hermana de Peñafiel. El nombre que adquiere el pasodoble es el de
“La Chúndara ”
y tiene una peculiar letra que comienza con el siguiente verso:
Por eso. Viva el
“pijo” el tío Bernardo…..
Mucho más podríamos decir sobre la archifamosa
“ENTRADA”, pero sirva todo lo dicho como homenaje a Quintín Esquembre y a esa
joya tan nuestra, tan villenera, esa que nos hace vibrar y aún aflorar lágrimas
a nuestro ojos cada vez que la escuchamos, sobre todo en esa indescriptible
“arrancá” el día 5 a las 4 de la tarde. Sí, porque LA ENTRADA es sinónimo de
fiesta, alegría, imaginación, trabajo, lujo, recogimiento, encuentro y
añoranza. Es la llave que abre la gran puerta por donde se desbordan, durante
cinco inolvidables días, los mejores sentimientos de los villeneros, la
hospitalidad y generosidad, que hacen de Villena esa gran casa en la que nadie
es forastero.
BIBLIOGRAFÍA
-El pasodoble Español.- Sanz de Pedre, Mariano. Ed. del
Autor – Madrid 1961.
-Diccionario Alcoyano de Música y Músicos – Valor Calatayud, Ernesto. Ed. Llorens Libros - Alcoy 1988.
-Q. Esquembre y Villena – Navarro García,
Joaquín.Charla
Sede Universitaria de Villena 201. INÉDITO.
-El Pasodoble “La Entrada ”- Rojas, Alfredo. Revista Villena 1994.
-A Quintín Esquembre – Poveda Esquembre, Fco. Revista Villena 1965.
-Quintín Esquembre - Vida y obra de un maestro
independiente- Suárez Pajares, Javier.
Roseta –
Revista de la Sociedad Española
de la Guitarra
nº 2-
Instituto
Complutense de Ciencias Musicales
Madrid –
Mayo 2009.
-El Pasodoble – Análisis de la música popular en
la película “Blancanieves”,
de Pablo Verger.
Marupe Ortega,
Pablo.-Trabajo fin de Master- – INÉDITO
Madrid 2014
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