CANTARES A LA PANDORGA
Jose María
Soler, en su “Cancionero Popular Villenense”, recoge los llamados “cantares a la pandorga”. Dichos
cantos, desaparecidos hace ya muchos años, eran un tipo de villancico típico de
Villena, localidad situada en la provincia de Alicante.
José María Soler obtuvo en 1949, por este trabajo, el Premio
Extraordinario del 37 Concurso convocado por el Instituto de Musicología del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pero el mismo aún tuvo que
dormir un largo sueño de 35 años hasta que vio su edición en 1986.
Sin lugar a dudas el apartado que más gustaba a Soler era el de
villancicos, o “cantares a la pandorga”, llamados así por la zambomba,
instrumento con que se acompañan y que en Villena llamamos “pandorga”.
Parece que se ha cumplido el vaticinio hecho por Soler en 1949 en el
prólogo de su obra, cuando decía “es una
de las manifestaciones musicales más típicas de la localidad que va
desapareciendo”. Hace ya muchos años que desgraciadamente ya no se oyen estos “cantares”.
En su brevedad son un bello ejemplo de composición musical, escrita en
compás ternario con ritmo “ostinato” –siempre igual- para facilitar su
interpretación por el pueblo llano. Sus extrañas modulaciones nos recuerdan de
alguna manera los cantos arábigo-andaluces.
Aunque se solían cantar sobre todo en Navidad, su misma denominación de
“cantares” los hacía idóneos para ser interpretados en cualquier tipo de fiesta
o reunión. Siempre se cantaban por parejas mixtas o en grupos de más
“cantaores”, estableciéndose una especie de duelo entre todos ellos, y según el
ambiente se iba calentando por la ingestión de buenos caldos (entiéndase vinos)
subía también el tono picante de las letras, llegándose en muchas ocasiones a
improvisar las mismas durante el canto, por lo que de lejos, pueden estar
emparentados con el “trobo” murciano.
Una vez se lo pedí a mi novia
y me contestó
llorando,
esta semana no
puedo
qu’estoy con el ringo
rango.
Un burro me dio una coz,
me pegó “ande” no
quería,
y tan malo me
“pusí”
que creí que me
moría.
Ya sé qu’estás en la cama
con las teticas calientes
y yo estoy aquí en la esquina
rechinándome los dientes.
La temática de las mismas podían ser: amatorias, eróticas, de ausencia,
escatológicas… y por supuesto religiosas, no olvidemos que son villancicos.
Veamos ahora estos ejemplos, recogidos por Soler en su “Cancionero”:
128. Ya me voy hiciendo viejo.
Ya me cago sin sentir.
Ya me s’arruga el pellejo,
pronto me voy a morir.
294.Tres torres hay en Villena
yo te diré cuáles son;
Santa María y Santiago
y en medio está “El Orejón”
203. Esta noche es Nochebuena
y mataremos el pavo
y le daremos las plumas
al vecino más cercano.
325. La
Noche Buena se viene,
la pandorga sonará
y el asunto del “chicharra”
en jamás se arreglará.
Sirvan estas pinceladas sobre nuestro folclore para crearos la
curiosidad de querer conocer esta obra
de José María Soler, que junto con el “Diccionario Villenero”, son los dos
grandes pilares de nuestras tradiciones populares que nos legó este villenero
irrepetible.
(Extracto del
artículo escrito por Joaquín Navarro García para la revista “Eslabón”.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario