viernes, 16 de mayo de 2014

DEBUSSY Y EL IMPRESIONISMO MUSICAL



Hacia finales del sXIX el público francés comenzó a dar muestras de agotamiento respecto a las corrientes musicales imperantes.El intimismo de los románticos y la estela wagneriana ya no convencían,era necesario una renovación musical,en la que la música necesitaba liberarse de los sentimientos personales del artista para desembocar en un estilo más objetivo y depurado.Además ,los recursos clásicos en cuanto a forma y tonalidad tambiés estaban agotados.También nos encontramos en el momentos de auge de las Exposiciones Universales,en las que a la vez que se daban a conocer nuevos inventos y descubrimientos técnicos,también se difundían nuevos estilos y tradiciones artísticas.Esto permite que los artistas franceses tomen contacto con las culturas exóticas y orientales ,conociendo nuevas músicas ,modos y formas de componer.

Ante éste panorama,la renovación inicialmente planteada por Fauré y Dukas tuvo su máximo desarrollo con Claude Debussy…la renovación musical tomará forma gracias a él con el Impresionismo.

Claude Monet,padre del Impresionismo pictórico.


"Impresión sol naciente" Monet.

La corriente pictórica del Impresionismo,de la cual toma su nombre la corriente musical,nace en París en 1863 gracias a un cuadro de Monet titulado “Impresión sol naciente”.Lo importante del cuadro será la luz y el color,dejando en un segundo plano la forma.El cuadro se pintará a base de pinceladas de colores puros,y será nuestra retina la que al contemplar el cuadro a una cierta distancia los mezcle.La contemplación del cuadro será efectiva a una cierta distancia,ya que conforme se acerca el espectador se desdibujan las formas.Además será muy importante el captar las diferentes gradaciones de luz según la hora del día y el efecto de la atmósfera en la imagen,es por ello que a los pintores impresionistas les guste pintar series con una misma imagen en las que lo que cambia es la luz según la hora del día.

"La estación de San Lazaro"





Inspirándose en las teorías de los pintores impresionistas,Debussy plantea la teoría musical.Se rechazan las tonalidades clásicas y la atracción de acordes dentro de una tonalidad.Lo que interesa es la sonoridad del acorde en sí mismo,y no en su relación con los que le rodean,no importan las disonancias.Al igual que ocurría en pintura con las pinceladas sueltas de color,la música se basará en una sucesión de acordes,sin que ninguno domine o atraiga al otro.El acorde interesa por su sonoridad aislada,siendo el oído el encargado de fundirlos y darles forma en nuestro cerebro.

Resultará ser una música vaga e imprecisa,para resaltar ese efecto de imprecisión se usará mucho el pedal en el piano,para unir unos sonidos con otros.Es una música subjetiva y de sensación,no se pretende describir o imitar algo.Cada oyente tendrá sus propias sensaciones.Y al igual que ocurre con los cuadros,que se deben contemplar a cierta distancia,la música deberá escucharse como a través de un sueño,lluvia…una atmósfera y situación concreta.

Para remarcar más ese sentido de imprecisión se empezarán a usar escalas de tipo oriental,sin semitonos que den la sensación de atracción.La melodía pierde su forma original de desarrollo de un tema,ahora se convierte en una yuxtaposición de diseños.El ritmo también deja de ser regular,para remarcar el efecto de imprecisión.

Debussy


Nacido en Germain-en-Laye en 1862 ,ya en su niñez había empezado a estudiar piano en su casa,aunque sin intención ninguna de dedicarse en un futuro a la carrera musical. Fue una antigua discípula de Chopin, la señora Manté de Fleurville, quien intuyó la vocación del muchacho e indujo a sus familiares a cultivarla. De esta forma, Debussy ingresó en 1873 en el Conservatorio de París; allí tuvo por maestros, entre otros, a Lavignac, a Marmontel y, en composición, a Ernest Guiraud.

Un paréntesis en sus estudios fue en el verano de 1880, su empleo de acompañante como pianista de cámara y profesor de piano de los hijos de una rica dama rusa, Nadesda von Meck, protectora de Tchaikovski y fanática de su música, en sus viajes a través de la Francia meridional, Suiza e Italia. Esto le permitió conocer a Wagner. Debussy vio renovado el empleo en los veranos siguientes, posiblemente hasta 1884, y entonces visitó Moscú, donde pudo establecer cierto contacto con la música del "grupo de los Cinco". Durante su estancia en Rusia conoció la música de compositores como Tchaikovski, Aleksandr Borodín, Mili Balakirev y Modest Musorgski, así como el folclore ruso y gitano.

En el Conservatorio había adquirido fama de músico revolucionario; sin embargo, en 1884 logró el "Premio Roma" con la cantata “El hijo pródigo”. Los tres años pasados en Villa Médicis resultaron enojosos para el joven Debussy, que no sentía inclinación alguna por el clasicismo romano y con gran amargura echaba de menos París y su vida intelectual, inquieta y moderna.

Debussy buscaba a tientas la salida hacia una nueva concepción artística y cayó, como era natural, en el wagnerismo. Más bien que de experiencias musicales (entre ellas contaron singularmente las llevadas a cabo en Rusia y el descubrimiento del canto gregoriano y de melodías exóticas africanas y javanesas, presentadas en la Exposición Universal de París), la liberación le vino de literatos y pintores: la amistad de poetas simbolistas y parnasianos, dominados por la figura de Mallarmé, y el ejemplo de renovación de la pintura impresionista fueron las fuerzas determinantes que impulsaron al compositor hacia un camino artístico original.

Con el “Preludio a la Siesta de un fauno", de 1892, su primera composición orquestal madura escrita a los 32 años basada en un poema del escritor simbolista Stéphane Mallarmé, el compositor llegó a la creación de un impresionismo musical que llevó a las últimas consecuencias la disolución de las formas clásicas realizada por el romanticismo y, al mismo tiempo, abrió las puertas al futuro.

Su ópera “Pelleas y Melisande”, basada en la obra teatral del mismo nombre del poeta belga Maurice de Maeterlinck, data de 1902 y le otorgó a Debussy el reconocimiento como músico de prestigio. La forma en que la partitura realzó el abstracismo y ensueño de la obra original de Maeterlinck fue extraordinaria, así como el tratamiento de la melodía, que, en manos del compositor, se convirtió en una extensión o duplicación del ritmo.

La música de Debussy, en su fase de plena madurez, fue la precursora de la mayor parte de la música moderna y lo convirtió en uno de los compositores más importantes de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Sus innovaciones fueron, por encima de todo, armónicas. Aunque no fue él quien inventó la escala tonal completa, sí fue el primero que la utilizó con éxito. Su tratamiento de los acordes fue revolucionario en su tiempo; los utilizaba de una manera colorista y efectista, sin recurrir a ellos como soporte de ninguna tonalidad concreta ni progresión tradicional. 

Esta falta de tonalidad estricta producía un carácter vago y ensoñador que algunos críticos contemporáneos calificaron de impresionismo musical, dada la   semejanza entre el efecto que producía esta clase de música y los cuadros de la escuela impresionista. Aún hoy se sigue empleando este término para describir su música. Debussy no creó una escuela de composición, pero sí liberó a la música de las limitaciones armónicas tradicionales
.


La existencia del compositor se desenvolvió en un plano retirado y careció de acontecimientos sensacionales externos, salvo la dolorosa crisis sentimental que indujo al artista a separarse de su esposa Rosalie Texier, compañera fiel y valerosa de los años difíciles, para unirse a Emma Bardac Moyse (1905). Raramente y con desgana se alejaba de París. En 1909 estuvo en Londres con motivo de la presentación de Pelléas en aquel país.Luego, la fama creciente le obliga a estancias en Viena y Budapest,Turín Rusia,Holanda y Roma para la dirección de sus propias composiciones. No ocupó cargos ni buscó jamás puestos estables; careció de discípulos y sí tuvo únicamente amigos, con quienes gustaba de hacer música, conversar y discutir sobre arte y poesía. Actuó frecuentemente como colaborador musical en diversas revistas, generalmente literarias.

 Operado en 1915 de un cáncer intestinal, no pudo recobrar ya la plenitud de sus fuerzas físicas, y moría en 1918, amargado y conmovido profundamente por los desastres de la guerra.


PRELUDIO A LA SIESTA DE UN FAUNO

Como hemos comentado antes,es la primera obra en la que se presentan los rasgos distintivos del impresionismo.Para ella se basó en un poema de Mallarmé.Aunque Stéphane Mallarmé no era muy conocido por el público ordinario francés, dentro de los círculos más destacados de poesía era todo un maestro. Sus poemas estaban llenos de símbolos, impresiones y color,  diluyó el propio verso y sus palabras con el fin de crear intenciones y evocar sentimientos en el lector. No era de extrañar que los músicos franceses se interesaran por esta poética, tan  impresionista y musical en el fondo. 


Esta obra no está atada al poema si no que es una ilustración bastante libre que hizo Debussy, el mismo compositor describió la obra como la "impresión" que le dio la lectura del poema, un viaje a través de los deseos y anhelos de un fauno. Se dice que el propio Debussy siguió el poema verso a verso en la composición del preludio, puede que por eso, el número de versos y compases son el mismo. En cualquier caso, Debussy quiso contar con el beneplácito del poeta y lo invitó a escuchar la partitura tocada por él mismo al piano antes de su estreno.Tras oírlo Mallarmé dijo: "¡No esperaba nada como esto! Esta música prolonga la emoción de mi poema y describe la escena más apasionadamente que el color"
Nacido en St.


Entre las grandes novedades que presentó esta obra, la primera fue el uso de una nueva orquesta. Para conseguir la atmósfera y color tan ansiados por Debussy no podía utilizar la orquesta convencional si no que diseño la suya propia formada por: tres flautas, dos oboes, dos fagotes, cuatro trompas, dos arpas y toda la sección de cuerdas.También hizo la transcripción a piano.

En 1912, Vaslav Nijinski llevó la partitura de Debussy al ballet. Al igual que el compositor francés cambió la concepción de la música con las innovaciones introducidas en la obra, Nijinski hizo lo propio con el ballet. Un baile demasiado erótico y la ruptura con algunas de las reglas fundamentales del ballet clásico le valieron muchos abucheos, incluidos los del propio Debussy. Pero también aplausos desde otros sectores que reconocieron su originalidad. 

Esta obra marcará un antes y un después en la música occidental. Cuando todos pensaban que la tonalidad se estaba agotando, Debussy trajo los ritmos y sonidos orientales trasladando la música a una nueva dimensión, rompiendo con las relaciones lógicas del sonido .

Os dejo  con la obra original orquestal acompañando la coreografía de Nijinski.








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